Cuando retrocede y mira al fondo del terreno, el steeler Ben Roethlisberger parece tener un radar que le permite ver todo a su alrededor. 
Sin mirar, sabe cuando se le acercan defensores desde cualquier  dirección. Si siente que están cerca, se esfuma. No se pone a correr,  pero se sale del camino y gana suficiente tiempo como para completar un  pase o evitar un sack. Si llegan a él, es tan grande que los rivales a  menudo rebotan en su cuerpo.
El packer Aaron Rodgers también tiene un sexto sentido. Y a diferencia de Roethlisberger, cuando percibe peligro, sí se pone a correr.
Rápido y ágil, Rodgers se convierte en un running back con terreno  despejado. Evita a sus marcadores y sabe aprovechar los bloqueos que  hacen sus compañeros para conseguir un primer down o incluso un  touchdown, sin escaparle al contacto físico si va a ganar metros  vitales.


 
 4:35 PM
4:35 PM
 Chinga tu Madre
Chinga tu Madre
 

 Posted in:
 Posted in:  







0 comments:
Post a Comment